"El futuro está en tus manos" o "Tu destino está en tus manos", son frases hechas repetidas hasta la saciedad por motivadores, coach y vendedores de fórmulas de la felicidad y el éxito tan en boga en estos tiempos. Yo llevo años sabiendo que esto es mentira, una de tantas mentiras convertidas en falsa verdad de tanto repetirlas, un tópico asumido por muchos. Siempre que escucho estas frases o las leo en alguna parte, el resoplido es instintivo. El destino y el futuro de uno, en última instancia, está en manos del poder, del gobierno de turno, de la empresa para la que trabaja o del lugar y el lado de la brecha social en el que le hayan parido, por no hablar de la enfermedad o el accidente. Cada uno, en su circunstancia, tiene cierto margen para decidir y cambiar las cosas pero poco más. No todos tienen las mimas opciones ni las mismas oportunidades y nadie está a salvo de los que, como dice Fernán Gómez en este estupendo documental, se han apoderado del futuro de todos nosotros.