El domingo me sacudí la pereza, me rasqué el bolsillo y
me bajé a los
madriles a ver Hannah Arendt de la directora alemana Margarethe
Von trotta. El bolsillo me lo rasqué
bien, porque me clavaron 9 eurazos en los
Verdi. Fue dinero bien invertido porque la película me gustó. Von Trotta reconstruye la vida de la alemana
de origen judío Hannah Arendt (Hannover, Alemania, 1906-EEUU, New York,
1975), pensadora y agitadora de conciencias.
Hannah Arendt fue una de
las pensadoras más influyentes del siglo
XX. En 1941 tras huir de la Alemania nazi por su condición de judía se
establece en EEUU. Uno de sus libros más leídos y estudiados es su tratado de
teoría política Los orígenes del totalitarismo en el que analiza los dos
movimientos totalitarios más importantes del siglo XX: nazismo y estalinismo. La
película se centra en uno de los
episodios más polémicos de su
vida; la publicación de Eichmann en Jersusalén. Un informe sobre la
banalidad del mal, fruto de sus reflexiones durante el juicio del criminal
de guerra nazi Adolf Eichman, que cubrió como periodista del New Yorker
en 1961. El libro, ahora considerado una
obra fundamental, levantó ampollas al apuntar una verdad polémica,
incómoda y peligrosa: que los malos
del holocausto, los verdugos, eran humanos demasiado humanos y no
satanases del infierno disfrazados de hombres, que la mayoría, como Eichmann eran tipos corrientes, meros burócratas que cumplían
órdenes y mantenían a raya su conciencia
amparados en su juramento de lealtad al Fuhrer, muchos de ellos ni siquiera
eran antisemitas.
Hannah Arendt siempre afirmó que los actos de Eichmann no eran justificables ni él inocente, no obstante matizó que estos actos no fueron realizados porque este tuviera una gran capacidad para la
crueldad, ni porque fuera un
psicópata o un asesino en serie, sino porque era un operario de la burocracia
nazi. La pensadora aprovechó sus artículos sobre el juicio de Eichmann para ir un poco más allá de los hechos y
de su evidente culpabilidad, advirtiendo que hay tipos que
actúan dentro de las reglas
del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus
actos. Y que actos malvados que no cometerían en condiciones normales pueden ser
cometidos por individuos corrientes en circunstancias excepcionales cuando están
amparados por la
legalidad vigente. Los regímenes totalitarios fueron caldo de cultivo para la proliferación de estos tipos corrientes. El
libro es una reflexión sobre la complejidad de la condición humana, sobre el bien y el mal,
sobre la capacidad para hacer el mal que
puede haber en cada corazón humano en
determinadas circunstancias. El ensayo
también apunta a la responsabilidad de
los líderes judíos en el Holocausto.
Se lió parda claro, a la Arendt se
la comieron con patatas
después del linchamiento mediático.
Hannah Arendt dijo lo que todavía nadie se había
planteado en aquellos años, lo que nadie se había parado a pensar y a
reflexionar, y se dio de bruces con el pensamiento uniforme del lobby judío,
del lobby mediático, del lobby intelectual y
del lobby emocional. Nadie esperaba que una judía alemana perseguida por
los nazis, activista sionista en su juventud, no se cebara con el acusado y le considerara un mediocre en lugar de un monstruo de maldad.
Hannah Arendt utilizó el cerebro y el pensamiento en lugar de las vísceras y lo
pagó caro. Perdió amigos y recibió amenazas de muerte. Probablemente estaba
harta de lamentarse y quería comprender. Hoy, a toro pasao, casi
todo el mundo le da la razón. Este
episodio de la vida de Hannah Arendt es un ejemplo del precio que se paga por
tener un pensamiento libre, alejado de cánones, rediles ideológicos y grupos de
poder. La película y la actitud de Arendt es una llamada a libertad de
pensamiento y a la formación de un criterio propio y auténtico.
Me gustó mucho la interpretación de Barbara Sukowa que encarna a Hannah Arendt.
El tema
de la película exige que en algunos momentos sea demasiado
discursiva, en esta película la importancia recae más en las palabras que en
las imágenes, y esto puede ser un lastre
para algunos. No obstante no es una película exclusiva para culturetas y
profesores de filosofía, sino para todo aquel que tenga
interés por el pensamiento político y la historia del siglo XX. No la
perdáis de vista.
Saludos cordiales.
Los libros de Hannah Arendt son fáciles de encontrar en bibliotecas públicas.
-Eichmann en Jerusalén. Hannah Arendt. Debolsillo. 2006.448 páginas. 9 eurillos.
-Los orígenes del totalitarismo. Hannah Arendt. Alianza editorial.2006. 696 páginas.40 eurazos.