Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
Un misterioso sol amanecía.

José Hierro

martes, 25 de junio de 2013

Los nazis y el cine


Hace unos días fui a la biblioteca a devolver libros y a ver si tenían una peli que tenía ganas de ver, La zona gris de Tim Blake Nelson, la tenían. Cuando el bibliotecario me la dio y mientras rellenaba la ficha me dijo "esta le da mil vueltas a La lista de Schindler de Spielberg, ya me contarás". Pegamos un rato la hebra, hablamos de cine sobre el nazismo y le estuvimos haciendo unos trajes al Rey Midas de Hollywood y a su película sobre el Holocausto. Ni al bibliotecario ni a mí nos gusta mucho la peli de Spielgberg, pero lo dijimos bajito, en susurros, no fuera a ser que nos oyeran y nos fusilaran al amanecer por poner un cinco ramplón a la intocable, laureada y aclamada obra maestra del director estadounidense. También le dimos un repaso (y la dejamos hecha unos zorros)  a La vida es bella de Roberto Benigni,  estábamos  entre entusiasmados por tener parecida opinión de las dos intocables y acojonados por haber profanado el sanctasanctórum del cine sobre el nazismo. No suelo hablar aquí de películas y libros que no me gustan, esto no es un blog de crítica literaria y cinematográfica, pero tratar sobre el nazismo en el cine y no mencionar estas dos películas iba a ser un cantazo, y suavizar o esconder mi opinión de las mismas para no herir sensibilidades o levantar iras me parece bastante hipócrita. Así que vamos palante.
La lista de Schindler siempre me ha parecido una película espectacular en la forma y muy floja en el fondo. Creo que se queda en el aspecto visual, en la estética, en la espuma. Nos cuenta muy bien lo obvio; que los nazis eran muy malos y mataban judíos a cascoporro, mataban a muchos y muy bien, poco más nos cuenta Spielberg en mi opinión. En cuanto a personajes y argumento la película me parece bastante plana, de hecho parece que no hay personajes, por un lado los nazis presentados como deshumanizados y seres de otra especie o animales sedientos de sangre , y por otro los judíos dóciles, resignados, autómatas  casi, camino del matadero. Los judíos en esta película son un sólo personaje, lo mismo pasa con los nazis. Los únicos  que dan un poco de juego son los  dos protagonistas principales. Espectacular la fotografía, la puesta en escena, la banda sonora y el vestuario claro, a nivel técnico la película es muy buena. Pero en cuanto al tema que trata, el nazismo y el Holocausto, creo que se  queda en nada. La película no plantea  preguntas, ni crea debate, se limita a reafirmar lo que ya sabemos, que los nazis eran muy crueles y exterminaron a 6 millones de judíos. Spielberg lo aliña todo  con un héroe discutible, altas dosis de maniqueísmo y un chorrito largo de sentimentalismo en la escena final. En su día vendieron la película como cine de autor como la película que consagraría a Spielberg y lo sacaría del casillero de director comercial,  pero la película está hecha pensando en la taquilla y se nota, pensar en la taquilla cuando uno hace Indiana Jones está muy bien, de hecho es lo suyo, pero con un tema como el Holocausto me parece un pelín tramposo. Opinión de un servidor. Ya pueden fusilarme. 
Como sólo me pueden fusilar una vez voy a opinar mal sobre otra película intocable sobre el nazismo La vida es bella... no puedo con ella, me ha salido un pareado. La soporté hasta la mitad, una comedia a ratos simpática a ratos cursi, la cosa descarrila cuando llegan al campo de concentración y empieza el circo, aquello parece un parque temático.  Esta película siempre me ha producido  bochorno y  vergüenza ajena, cuando aparece en televisión instintivamente cambio de canal, con una vez tuve suficiente.  Todavía no entiendo cómo Benigni le pudo ganar el Oscar a mejor actor a Edwar Norton,  que también estaba nominado ese mismo año para el galardón por su papelón de neonazi en una película mucho mejor, Amerycan History X, pero en fin, así es Hollywood. Cuando le dieron el Oscar a Benigni algunos dijeron que Benigni había conseguido hacer una película vitalista y conmovedora sobre un tema tan dramático como el nazismo, dijeron que eso era rompedor, que nunca se había hecho en el cine. Ja. Chaplin (El gran dictador) y Lubitsch (Ser o no ser)  hicieron eso mismo cincuenta años antes pero con más arte más elegancia, más gracia y más respeto por el espectador. 
La zona gris (The grey zone). 2001. Tim Blake Nelson  “Antes de  llegar aquí solía  estar orgulloso de mi mismo, de lo que conseguí en mi vida, nadie sabe de lo que puede ser capaz, nadie ¿cómo vas a ser capaz de saber lo que harás para salvar la vida hasta que te enfrentas a ello?,  ahora ya lo sé, para casi todos la respuesta es cualquier cosa. Es tan fácil olvidar quiénes éramos y no volveremos a ser jamás. Nadie sabe de lo que puede  ser capaz  por sobrevivir”.
 Después de ver La zona  gris  suscribí la opinión del bibliotecario. La zona gris no se llevó ningún Oscar en 2001, pero  en mi opinión  le lame la oreja a la laureada Lista de Schindler.  Es el relato de uno de los comandos de judíos que los nazis emplearon  para ayudar al exterminio en los campos de la muerte durante la solución final. Estos comandos se dedicaban a conducir a los judíos a las cámaras de gas y a procesar e incinerar los cuerpos. A cambio de estos servicios, los judíos que pertenecían a estos comandos recibían ciertos privilegios; comida, tabaco,  y unas mejores condiciones de vida.  En lugar de ser gaseados nada más llegar a los campos de exterminio, eran ejecutados  a los cuatro meses y sustituidos por otros. En esta película,  los  judíos no son dóciles  autómatas  camino del matadero, algunos  se  rebelan,  luchan por sobrevivir, por sobrevivir  son capaces incluso de ayudar al  exterminio de  sus compañeros, son capaces de vivir en el infierno si eso les permite alargar la vida. La zona gris es un puntapié directo a los cojones del alma. Una historia terrible más de tantas de las que se  produjeron durante aquel horror. El holocausto fue un genocidio fríamente calculado, eficiente y a escala industrial en el que millones de inocentes fueron exterminados, ¿Hubo  lugar para la esperanza, el heroísmo y el optimismo? ¿ O sólo para  la lucha por la vida y la supervivencia?.
Lo  de presentar  a los nazis como  monstruos de  otro planeta incluso como tontos o locos gritones es  una tendencia  muy extendida en el cine bélico sobre la  segunda guerra mundial y en las películas  centradas en el Holocausto. Los nazis eran tan humanos como los judíos y los aliados, Hitler también  era de nuestra especie, eso fue parte del drama del Holocausto.  Hay varias  películas sobre el nazismo  que indagan en esto, en plantear  por  qués y cómos , en reflexionar sobre  cómo un tipo como  Hitler que en 1925 había escrito un libro como  Mein Kampf pudo llegar  al poder en Alemania en 1933 mediante elecciones. Películas que plantean cuestiones  como ¿hasta donde llegaron las responsabilidades del Holocausto?, ¿empiezan y terminan en los verdugos del partido y  las SS?, ¿alcanzaron al pueblo  Alemán?, ¿al resto de  potencias europeas  que reaccionaron tarde?, ¿al  Vaticano  que firmó un concordato con Hitler en 1933 y años después ante las matanzas miró para otro lado?, ¿a EEUU que colaboró con su industria  al rearme de los nazis?, ¿a los industriales alemanes que consintieron y callaron mientras se enriquecían?, ¿a la Unión Soviética que en 1939 firmó un pacto con Hitler? ...Estas  son las  películas sobre el nazismo que me  gustan, las que plantean estas cuestiones. Las que invitan a preguntar  y preguntarse.  Las que obligan a la reflexión moral y ponen a  prueba la capacidad crítica. Las que le ponen a  uno  patas arriba. Decía  Hannah Arendt, que de  nazismo sabía un rato, que intentar comprender no es  perdonar ni justificar.
Vencedores o vencidos de Stanley Kramer, La caída de los dioses de Visconti, Roma, ciudad abierta de Rossellini, Amén de Costa Gavras, La zona gris, El hundimiento,  Europa Europa, Europa y El pianista son algunas de las  que  me interesan y suelo recomendar cuando sale el tema. Ah! y un documental imprescindible, Shoah de Claude Lanzmann. Se aceptan discrepancias y recomendaciones.
Una de mis  favoritas es   Vencedores o vencidos (1961)  de  Stanley Kramer. La película trata sobre unos de los juicios celebrados en  Nuremberg  en 1948 contra cuatro jueces cómplices de la política nazi de esterilización y limpieza étnica. La película es atrevida, incluso vista hoy, porque permite explicarse a los dos bandos e indagar en la cuestión de la culpabilidad de la sociedad civil alemana, jueces, industriales y políticos incluidos. Es un error de bulto abordar el tema del nazismo e ignorar que Hitler contaba con un gran respaldo popular en Alemania.
 

 En esta película hay buenos y malos pero ambos explican sus razones en igualdad de condiciones.  Enorme película, y muy necesaria, Maximilian  Schell que interpreta al abogado de los jueces alemanes que contemporizaron con los nazis se sale, como habéis podido comprobar en el vídeo, y Richard Widmark que hace de fiscal de  la acusación, o Spencer Tracy de juez, sin olvidar a Burt Lancaster, Montgomery Clift y Judy Garland  que están enormes. 
Os dejo que me voy  a los Verdi a ver  Hannah Arendt, de la alemana Margarethe Von Trotta, tiene buena pinta,  ya os contaré.
 Saludos cordiales. 

-Ficha de algunas de las películas mencionadas y que recomiendo: