Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
Un misterioso sol amanecía.

José Hierro

lunes, 2 de diciembre de 2013

Fuera de campo

 
En la entrada anterior se habló de un recurso cinematográfico muy utilizado durante los años de la censura en el cine norteamericano: el fuera de campo. Los crímenes no se podían mostrar en la pantalla, así que los directores sacaban el acto censurable de cuadro y centraban la cámara en otra cosa dejando que el crimen se desarrollara en la imaginación del espectador.  La mejor escena  de un crimen  fuera de cuadro que yo he visto en el cine aparece en  Frenesí (1972) de Alfred Hitchcock. Este fuera de campo nada tiene que ver con la censura (en 1972 ya regía la calificación por edades), de hecho Hitchcock no nos priva de nada en el primer asesinato que comete el estrangulador. En la secuencia que recoge el vídeo, se escamotea el crimen al espectador haciendo retroceder la cámara hasta sacarla a la calle justo en el momento en el que asesino y víctima entran en el apartamento. La cámara en travelling hacia atrás, baja las escaleras, sale a la calle, y termina  con un plano general del edificio. Parece que el director nos dice:  en el primer  piso de este edificio están violando y  estrangulando a una mujer, pero la tierra sigue girando y en la calle el ajetreo continúa. El asesino puede ser ese vecino tan amable, ese tío tan educado que te ayuda a subir las bolsas de la compra.
Menuda escena que se curró el maestro.