Kris Kristofferson (Billy the Kid) y James Coburn (Pat Garrett) en Pat Garrett y Billy the Kid de Sam Peckinpah. 1973. |
Cuando se trata sobre el western crepuscular es inevitable hablar de Grupo salvaje, La balada de Cable Hogue y Pat Garrett
y Billy the Kid, las tres películas de Sam Peckinpah que marcan el final de un género que lleva
muriendo desde finales de los 50 pero que no acaba de estirar la pata. Parecía que Pat
Garrett y Billy the Kid iba a ser el último gran western, pero veinte años después llegó Sin perdón y
resucitó el género, el personal se volvió loco y los críticos que llevaban años
vapuleando a Clint Eastwood se derritieron. Sin perdón se convirtió en un clásico en
cuestión de meses, y ya está entre las mejores películas de la historia del
cine. Conozco a gente que se aficionó a las de vaqueros gracias a esta película. Como decía, siempre se habla de
Peckinpah a la hora de hablar del final del western, sus películas tratan de
tipos atrapados entre dos épocas: el
viejo oeste de los espacios abiertos en el que la ley no existía, y la llegada de la civilización con el
ferrocarril como metáfora del avance del capitalismo. Yo creo que muchos de los
temas que explotó Peckinpah ya están en El hombre que mató a Liberty Valance de
John Ford, en esta película el viejo maestro ya nos anuncia que la cosa se
acaba. Ford era un viejo artesano curtido en el cine mudo, y Peckinpah un joven
con mucho talento curtido en la televisión. Peckinpah reformuló el género y lo
llenó de perdedores, movimientos de cámara, tiroteos sangrientos a cámara lenta,
chicas en pelotas y litros de alcohol, regalando a los amantes del género un puñado de westerns cargados de violencia y
belleza a partes iguales.
Ayer volví a ver Pat Garrett y Billy the Kid. En esta
película Peckinpah aborda la historia de Pat Garrett y Billy el niño mezclando
realidad y leyenda. Un western cargado de romanticismo y melancolía, en el que
la maravillosa música de Bob Dylan eleva todavía más el tono de cantar de
gesta de la película. El Pat Garrett y
Billy the Kid de Peckinpah es un poema
visual, una balada acompañada de una de las mejores bandas sonoras de la
historia del cine, en la que destaca una de las grandes canciones del siglo XX,
Knockin ´On Heaven´s Door (Llamando a las
puertas del cielo), por cierto, Bob Dylan además de componer la música interpretó
un papel en la película.
Billy y Pat son viejos amigos y compañeros de banda, pero los tiempos cambian y el oeste en el que robaron y asesinaron impunemente se está acabando, ha llegado el ferrocarril, han llegado los inversores, ha llegado la ley, se acabó lo de hacer lo que a cada uno le salga de las pelotas. Pat se adapta a los tiempos y se convierte en Sheriff, Billy pretende seguir haciendo lo que le sale de las pelotas “Los tiempos están cambiando”, dice Pat a Billy para justificar su nueva condición de servidor de la ley “Tal vez los tiempos estén cambiando, pero yo no” contesta Billy. La misión del Sheriff Garrett es dar caza a los forajidos y el primero de la lista es su viejo amigo. La incertidumbre que provoca vivir el fin de una época y la amistad traicionada son algunos de los temas de esta película. Es curioso como los westerns de Peckinpah, tan violentos y decadentes, me transmiten tanta emoción como los del viejo Ford. Tan distintos y tan parecidos.
Ficha de las películas mencionadas:
Pat Garret y Billy the Kid
La balada de Cable Hogue
Grupo salvaje
El hombre que mató a Liberty Valance
Sin perdón
Billy y Pat son viejos amigos y compañeros de banda, pero los tiempos cambian y el oeste en el que robaron y asesinaron impunemente se está acabando, ha llegado el ferrocarril, han llegado los inversores, ha llegado la ley, se acabó lo de hacer lo que a cada uno le salga de las pelotas. Pat se adapta a los tiempos y se convierte en Sheriff, Billy pretende seguir haciendo lo que le sale de las pelotas “Los tiempos están cambiando”, dice Pat a Billy para justificar su nueva condición de servidor de la ley “Tal vez los tiempos estén cambiando, pero yo no” contesta Billy. La misión del Sheriff Garrett es dar caza a los forajidos y el primero de la lista es su viejo amigo. La incertidumbre que provoca vivir el fin de una época y la amistad traicionada son algunos de los temas de esta película. Es curioso como los westerns de Peckinpah, tan violentos y decadentes, me transmiten tanta emoción como los del viejo Ford. Tan distintos y tan parecidos.
Ficha de las películas mencionadas:
Pat Garret y Billy the Kid
La balada de Cable Hogue
Grupo salvaje
El hombre que mató a Liberty Valance
Sin perdón