Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
Un misterioso sol amanecía.

José Hierro

lunes, 12 de mayo de 2014

El Toro del Bronx


Desde tiempos de Píndaro hasta nuestros días, poetas, escritores, pintores y cineastas han puesto el foco en el noble arte. El boxeo es el deporte del que más ha mamado la literatura: Hemingway, Norman Mailer, Julio Cortázar, Jack London, Arthur Cravan, Conan Doyle, William Faulkner o Víctor Hugo son sólo algunos de los escritores más célebres  que han contado historias de boxeo. Por lo general, los escritores y los boxeadores siempre se han llevado bien. 
 La lista de cineastas que se han fijado en el pugilismo no es menor. En 1980 Martin Scorsese puso en imágenes el magnífico guión de Paul Schrader y Mardik Martin, la historia del controvertido boxeador Jake LaMotta.  Quizá, esto va por barrios, Raging Bull de Scorsese sea la mejor película sobre boxeo, o sobre un boxeador que se ha rodado, quizá…